Hay personajes que caen en gracia y otros que son desgraciados. Más vale lo primero que lo segundo, dice el refrán.
Entre ellos tenemos al inefable Enrique Cerezo. No se si es el tono que emplea, la forma en que lo dice, la "mata de pelo" que luce o un sentido de condescendencia con él por parte del personal ("bastante tiene con lo que tiene", pensaran...), pero hay que reconocer que el presidente del Atlético de Madrid "cae bien" en los medios.
Es fácil encontrar una entrevista en la que el periodista bromea con él, le dicen lo majo que es, aquello de "qué gusto da hablar con usted"....., una "imagen campechana" de la que se vale el ex-ayundante de cámara para cuando llega el día en que larga más de la cuenta y tiene que tirar de la "patente de corso" que le tienen otorgada los medios. Y como va a costar Dios y ayuda encontrar un sólo artículo o micrófono en el que le den un mísero palo, desde aquí no quiero privarle de una par de hostiejas cibernéticas.
Que el productor de películas tan patéticas como su propio Club, que llevan por títulos "R2 El caso del cadáver sin cabeza" o "Platillos Volantes" se permita el lujo de cuestionar, criticar y malmeter por el mensaje que tan brillantemente se exhibió en el Fondo Sur del Bernabeu en los minutos finales del Derby, tiene cojones.
"Me gustaría saber quien la pagó. Le faltó una frase: el árbitro lo ponemos nosotros. La pancarta fue un gesto de mal gusto que sobró". Así se despachó el presidente colchonero, al que al parecer dolió la verdad que rezaba el mensaje.
Como decía al principio, el capullo éste "cae bien". Se ha forjado una reputación de ser una persona con "gran sentido de humor". Algo que parece haber olvidado tras el pasado sábado...
Lo que nos gustaría saber al resto (aunque imaginamos la respuesta) es como un tío que produce películas deficitarias, que recibe más dinero en subvenciones que el que ingresa por taquillas, disfruta de un patrimonio y un nivel de vida considerable. Lo que nos gustaría saber es como alguien sobrevive tan bien dentro de un negocio nefasto y deficitario como es el cine español.
Lo que sí es de mal gusto es la cantidad de bodrios que produce, la calidad pésima de su películas y lo tendencioso de las mismas.
Lo que si es de mal gusto es el contenido de las mismas, lleno de putas, maricones, depravados, desviados, degenerados, yonkis, de historias aburridas que sólo entiende un progre de salón mientras degusta una copa de buen coñac en una mano y lee "Público" con la otra.
Lo que sobra es que el cine que él produce sea subvencionado por TODOS los ciudadanos de nuestro país, estableciendo un "co-pago" (ahora que está tan de moda), al tener que pagarlo tanto de nuestros impuestos como con la pertinente entrada en la taquilla. Lo que sobra es el sectarismo político izquierdista que tienen muchas de sus películas, "Las trece rosas" por ejemplo, que desconozco si las verá compartiendo un cubo de palomitas con "sus chicos del Fondo Sur del Calderón". Lo que sobra, es la imposición a las televisiones con un "impuesto revolucionario", para que "colaboren" en los tostones que financia.
A la pancarta, según él, le faltaba una frase, pero a su cine le falta algo más que una frase. Le falta ingenio, imaginación, calidad artística e interpretativa, buena fe, sentido comercial, entretener a la gente, en resumen: gustar.
Haría bien en contratar a los creadores de tan ingeniosa frase, y que tanto está dando que hablar, como guionistas de sus películas. Le iría bastante mejor... Mientras tanto le dejamos otro mensaje:
"SE BUSCA CINE ESPAÑOL DIGNO, PARA PÚBLICO ESPAÑOL DECENTE. RAZONES: MUCHAS".