Si amigos. Como muchos habreis adivinado, me refiero al Torneo Alevín de fútbol 7 que empezó empezó en Brunete y se ha recorrido los sitios de veraneo más prestigiosos de nuestra amada España. Lo que imagino que le supondrá al Bizco, a sus amiguetes de Prisa y a los chupones de turno, unas vacaciones a gastos pagados a costa de que los chavales jueguen al fútbol.
Mirad. Me he pensado muy mucho el escribir este artículo. Incluso he dejado que pasen unos días desde el fín de semana para que se me pase el cabreo y que no me cierren el blog por decir cuatro cosas de unos "presuntos" menores. Si, me refiero a esos que teneis en mente. Esos que juegan contra chavalines de 11 años y les sacan tres cuerpos y cuatro cabezas.
En esta mierda de tiempos que corren en contra de la incorrección política, hay que cuidar mucho el lenguaje para no atentar contra los bienpensantes. Pero me lo voy a saltar a la torera.
Le ha dado a los equipos por tener en sus filas al tipo de jugador que os he mencionado anteriormente, con más pelos en lo cojones que algunos de los que leeis esto y con la duda de porqué cada vez que enfocan a la grada no veis a sus padres. No los veis, porque en realidad son los hijos de estos bigardos los que les ven de jugar.
Ya sabeis que me refiero a "los de color".
En el Madrid no nos libramos, tenemos a un tal Antonio, nombre bastante cachondo y que nos provocaba una sonrisa a los que vimos el torneo cada vez que el Carroña y la Rubia Platino lo nombraban. Pero al menos era uno solo.
Lo que viene a colación de este artículo es la banda de "los de color" que tenían los "del modelo", los del FC. Aspersores. Tenían 3 ó 4, cada cual más grande. Pero en éstos, el tamaño no era la única pega. Estos elementos destacaban por jugar el torneo con una chulería, un macarrismo y un abuso, propio de los barrios más peligrosos de Ciudad del Cabo.
En la retina me han quedado las imágenes de estos macarras de color, intimidando, chocando, dando patadas sin balón a los jugadores del Villarreal y del Real Madrid. En especial, esa chulería con la que se dirigían a los porteros cada vez que les metieron un penalti en ambas tandas.
Los que lo visteis, sabeis de sobra lo que pasó.
El colmo, el descojone, y si me apurais, el desproposito, viene de la mano del nombre de uno de estos "pequeños" matones de color, que se encaraba igual que sus compañeros y practicaba un juego sucio propio de idolos culés como Migueli o Stoichkov, con la peculiaridad de que su nombre parecía indicar "lo contrario". Por supuesto, me refiero, al tal : Nelson Mandela.
Os juro que cuando lo nombró el Manu Carroña, creía que estaba de cachondeo. Pero era verdad, se llama como el "hiperidolatrado" mandatario sudafricano.
No se si vendrá impuesto por UNICEF, o que el agilipollamiento habitual de los progreculés les ha llevado a rebautizar a sus promesas con estos nombres. Quien sabe. Quizás en un futuro, en la alineación de los Aspersoristas veremos de central a un tal Gandhi, de delantero a un tal Arnaldo Otegi (hombre de paz, para algunos hijos de puta) y por la banda izquierda, por supuesto a alguien que se llame Esteban Ibarra (paradigma de la tolerancia)......
Y es que cada día, estos culerdos están más gilipollas. Eso sí, tontos, pero con mala leche, como demostraron sus alevines, encabezados por los muchachotes de color, el pasado fín de semana. Y esos, esos son con los que hay que tener más cuidado............................
Plas, plas, plas.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo con esta entrada y con el asco que me dan esos pequeños simios y la manera en que se están prostituyendo las canteras españolas.
ResponderEliminarYa ni en infantiles ves a chavalillos de la tierra, todo ocupado por seres alógenos.
VELASCO