¡SINVERGÜENZAS!

Hoy, un episodio más de su conocido best-seller: "Hago lo que me sale de los cojones que para eso soy el FCB".
El filósofo parece ser que no tiene sintonizadas las noticias en la radio, se ve que se pasa todo el puto día escuchando a Coldplay, y ayer no se enteró que los controladores habían hecho huelga. Coge el tio y dice: "me la suda, yo hasta mañana no salgo y si no llego a tiempo pues juego el domingo o cuando yo diga, que para eso mis chicos juegan al tiki-taka como nadie".
Una situación vergonzante para añadir a la lista interminable de partidos a los que no se presentan, sanciones que no cumplen y favores federativos con los que cuentan desde hace años.

Por muy transcendentes y victimistas que se pongan los equipos "autodenominados" pequeños, he visto al Real Madrid "desterrado" jugar en Mestalla, Sevilla e incluso en el Calderón, pagar multas desorbitadas y, recientemente, el último acto con el que nos ha obsequiado la UEFA, porque se ve que somos los "pioneros" en eso de forzar tarjetas, o al menos en hacerlo "con descaro". (Ver imágenes del Mallorca-Barsa del año pasado...) Aquí no hay ninguna diatriba "equipo pequeño-equipo poderoso". En estos términos el que juega a parte de todos es el F.C. Barcelona.

Con la actitud vergonzosa, rastrera y pueril del equipo culé y su miccionador de colonia a la cabeza, no quiero ocultar ni nuestras miserias ni sus, tan cacareados, logros deportivos. No. Precisamente, en sus logros deportivos, en su "grandiosa" manera de jugar al fútbol, en el rollito de "fíjate lo que usan la cantera", en su, repito, victimismo catalán (insinuando siempre que "se lo hacen por ser catalanes) y en tener como entrenador al yerno perfecto, en todo eso, es en lo que se escudan para hacer lo que les sale de los santos cojones. En resumen: como son "perfectos" están por encima del bien y del mal. No señores no, en mi pueblo a eso se le llama ser unos: SIN-VER-GÜEN-ZAS, amén de otros calificativos que, como siempre, os invito a que comenteis en esta entrada.