NO LO AGUANTO

Si a la acumulación de los atracones navideños sumas la cantidad de "dulce" que le metes al cuerpo y tienes los cojones suficientes de aderezarlo todo escuchando las ruedas de prensa de Pep o las alabanzas mamporreras de entrenadores "tipo Caparrós", la vomitona que te arrea te dura, mínimo, hasta el verano. Se me olvidaba. A los ingredientes hay que añadirle más azúcar, ese se que se echa indiscriminadamente por parte del periodismo patrio cada vez que se juega un partido en la mal llamada "catedral".

Se juegan quedar eliminados de la primera competición el F.C. Nandrolona y la "Gran Mentira del Norte" (Si, la gran mentira, porque todo lo que rodea a ese Club es una puta mentira), y llevan una semana con los cimbeles en la mano, pajas y mamadas por doquier, que si "sois el mejor equipo del mundo", "que si sois la mejor afición del mundo", "que si no os gana ni dios", "que si "La Catedral" es increible", "que si las dos mejores canteras", "que si que guapo es Pep y qué cojones tiene Caparrós...".
Estoy seguro, fieles seguidores y lectores, que nada os pilla por sorpresa, que aquí la moda es apuntarse al "cónclave" de entrenadores que adula hasta la extenuación a Pep-ito. Pero por desgracia, esto no es nuevo en el fútbo español.

Lo que se hace con Gayardiola se lleva años haciendo, sin ir más lejos, con San Mamés, su equipo y su afición. Me explico. En España, hace muuuuuuchos años, se puso de moda el mamoneo con quien no lo merece, el complejo a ser "políticamente incorrecto" y se rinde pleitesía a quien se debería dar odio.

Lo del maricón de Sant Pedor está clarito. A muchos les gusta autoengañarse y a otros les ha engañado, pero a muchos no se nos escapa la falsa modestia de este tramposo dopado, la falsa deportividad del tio con más tarjetas rojas en su equipo de su época como jugador, de su "liderazgo" en la negativa a jugar una semifinal de Copa del Rey. No se nos escapa su "antiespañolismo" cada vez que hace declaraciones de tinte político que, curiosamente pasan desapercibidas entre el periodismo. Pero, como he dicho antes, la moda es subirse al carro de palmeros y hacer piña con él.

Lo mismo ocurre, desde que tengo uso de razón, con el Athletic de Bilbao, su estadio y su afición. La "versión oficial" es la siguiente: Tienen mucho mérito porque solo juegan jugadores vascos, su estadio es "La Catedral" y aprieta como ninguno y su afición es la más entendida del mundo: MENTIRA.

La "versión extraoficial", la que nunca se debate en tertulias deportivas, la que siempre se evita con tópicos como que "no hay que mezclar fútbol con política" o porque "son cuatro gatos", esa versión, nunca se habla, pero aquí si.
El Athletic es el equipo o uno de los dos/tres equipos más politizados de España, todo es política en ese Club. Dicen que juegan "solo" vascos, porque consideran vascos a navarros y riojanos en esa especie de "Tierra Media" que se han inventado, llenan el campo de pancartas y banderas con peticiones a favor de los hijos de puta de ETA, se niegan a hacer minutos de silencio por atentados "para evitar problemas", nadie puede pasar con una bandera de España a ese campo, le niegan entradas a aficiones rivales para evitar problemas, eso si, ellos pueden ir con sus ikurriñas y sus banderas proetarras al Bernabeu o El Calderón...
A los porteros les tiran petardos cuando les salen de los cojones y no se les cierra el campo, en resumen, su "Catedral" es una simple "ermita" en lo deportivo pero un "gran templo" en cuanto a apología del terrorismo se refiere.

Pero esta es la moda de España, admirar a quien no lo merece y negarse a debatir sobre temas polémicos, así nos va. Yo no lo aguanto, cada vez menos.
Me voy a ver que me han traido los Reyes y llevo mejor la situación.