PORQUE LLEVAMOS MUY DENTRO EL ESCUDO DEL REAL.

"Necesito unas palabras de aliento...", "necesito leerte...".

No, no soy ningún adoctrinador del madridismo, ningún referente a seguir. Soy un madridista más, como vosotros. Lo único que hago es poner voz a lo que la mayoría pensáis o sentís.

Vivís el madridismo como yo. Para nosotros "no es sólo fútbol", no es una "simple afición", ni siquiera es cuestión de "vida o muerte", es mucho más importante que todo eso.

Para unos, una forma de vida, para otros, su pasión más desaforada. No somos simples telespectadores de un juego. Somos los protagonistas. Sujetos activos de un deporte que trasciende a cuestiones sociales, políticas y culturales.

La mayoría de los que saltan al campo enfundados en nuestra camiseta a lo largo de la historia, llevan el escudo durante 90 minutos, una temporada o la duración de su contrato. Todos nosotros lo llevamos en el corazón hasta la muerte.

De ahí esa sensación de furia, ese estado de indignación y cólera que convierte en los domingos posteriores a partidos como el del sábado en jornadas vacías y sin significado para la mayoría de nosotros. Un estado que, quizás, carezca de lógica y que sólo encuentra incomprensión de la gente que nos rodea. Pero nosotros lo entendemos y, con eso, basta.

Como dice la canción "...porque llevamos muy dentro el Escudo del Real". "Tan dentro" que, a estas horas, seguimos igual que ayer. Indignados, cabreados, buscando una explicación... No tanto en cuanto al hecho de perder un partido, sino de perderlo contra los que representan "tan bien" todo aquello cuanto odiamos.

No somos hipócritas, ni falsos. Vamos de cara, con la verdad por delante y reconocemos que el pasado sábado no solo se trata de ganar a "otro" equipo de fútbol. Consiste en derrotar a aquellos que odian nuestros valores, a los enemigos de nuestra Nación, a los que tan bien representan la falsedad y la mezquindad.

Eso es lo que nos duele, no "perder un partido de fútbol". A mi, me da igual el 4-4-2 o el 4-3-3. Me resulta indiferente si juega "éste" o "aquel". Quiero ganar como sea y por el resultado que sea. Pero ganar.

Tiempo habrá para análisis "más deportivos", para hacer "autocrítica", para ver donde se falla. Pero todo eso es secundario. Primero, por encima de jugadores, entrenadores, tácticas o técnicas, estáis vosotros, nosotros, el madridismo.

Los que a estas horas todavía seguimos "jugando" el Clásico, en nuestros trabajos, institutos, universidades, en los grupos de amigos, en el bar o en la calle. Los que estamos deseando que llegue el próximo fin de semana para ver un nuevo partido de nuestro RMCF y alcanzar el liderato. Porque, que no se nos olvide nunca, es de equipo menor, acomplejado, cobarde y de afición mediocre, justificar la temporada por ganar uno o dos partidos, nuestra lucha no es esa, nuestra meta es la consecución de títulos y eso pasa por vencer el fín de semana en Sevilla.

No. No necesitáis mis palabras para veniros arriba, sólo hace falta que miréis en vuestro interior, que veáis en vuestro corazón grabado a fuego el escudo del RMCF, que sintáis la emoción de ser los protagonistas del mejor Club de la Historia. Sois madridistas. Eso es suficiente.