"EL ENTORNO CASILLAS".

Ya escribí una vez sobre nuestro Capitán, insistiendo en lo complicado que es hacerlo sobre alguien con tales galones en nuestro Club sin herir "sensibilidades" e incluso comprendiendo que cualquier crítica hacia él pudiera ser malinterpretada. No busco una "guerra civil" entre madridistas pro y anti-Casillas, ni intento convencer a la gente para que se posicione de un lado o de otro a aquellos a los que toda esta historia se la trae al pairo.

Siempre trato de hacer una crítica constructiva para buscar el fin último y más importante que no es, ni más ni menos, que la defensa del Real Madrid Club de Fútbol.

Sin entrar en discusiones sobre mejor o peor estado de forma, pésimo juego aéreo y lamentable con los pies, paradas milagrosas o "uno contra uno" como especialidad de la casa, es decir, cuestiones estrictamente deportivas, si me gustaría hablar claro y dar mi punto de vista sobre lo que realmente perjudica a nuestro equipo y que, si bien no está relacionado con él como persona, si lo está con su "entorno".

No hace falta incidir en su currículum, en su vida entera en nuestro Club desde niño o en su madridismo. De la misma manera que tampoco hace falta escudarse en ello para no poder esgrimir ninguna crítica constructiva o autoimponerse una especie de censura o tabú de manera que no puedas dudar de Casillas porque, poco menos que pasas a ser una "sacrílego" y un "mal madridista".

Si algo hace verdaderamente daño a Iker, me atrevería a decir que no es él, ni sus declaraciones o gestos, si éstos pasaran completamente desapercibidos a la opinión pública y la prensa no se encargara de convertir en noticia, debate y ejemplo para los niños el día que decide descolgar un teléfono para llamar a su amiguete. Lo que verdaderamente perjudica a nuestro actual Capitán es el "entorno" que le rodea y que no duda ni un segundo en practicar una especie de "fundamentalismo" entorno a su persona. Precisamente, ese mismo "radicalismo" que critican en nosotros por posicionarnos o alinearnos junto a nuestro entrenador José Mourinho.

En este punto muchos diréis que estoy reconociendo que hay dos partes enfrentadas dentro del madridismo y que o estás con el portero o estás con el entrenador, resultando al final dos facciones "yihadistas" que para nada hacen bien al Real Madrid. Permitidme que os lo aclare.

Muchos nos hemos cansado de decir por activa o por pasiva que, no sufrimos ningún tipo de "abducción" por parte de Mourinho. Simplemente hemos visto a un entrenador que, con sus errores y aciertos, defiende al Madrid y busca lo mejor para él. Punto.

Mientras que la "Yihad Casillista", no viene para nada caracterizada por tener el mínimo interés en nuestro equipo y su buena marcha. Y ojo, en este saco no meto a los madridistas que puedan tener respeto y admiración por un futbolista como Iker. Esta corriente viene compuesta fundamentalmente por la Prensa deportiva y, a modo de palmeros, por todos aquellos famosetes que han ido cultivando una amistad más o menos interesada con nuestro portero a través de los diferentes actos, eventos y situaciones varias por las que han ido coincidiendo con él a lo largo de su trayectoria.

Para que quede clara que la postura del "yihadismo pro-Casillas" viene representado por las machaconas columnas de opinión, no voy a decirlo yo, os lo va a decir Juan Jiménez, bloguero de AS, que en su sección "Abierto 24 horas" escribió lo siguiente:

"Desde hace tiempo Casillas es mucho más: embajador solidario con mil proyectos en marcha, Príncipe de Asturias, pacificador de la gresca Madrid-Barcelona que solventó por el bien de la mejor Selección de la historia aun a riesgo de facturas como la de estos días. Su figura trasciende lo futbolístico hacia un perfil humano y de transmisión de valores que, ha comprobado, hay que priorizar por encima incluso de desafíos profesionales. Casillas parece en el mejor estado de madurez y reflexión de toda su carrera."

Me vais a perdonar, pero me preocupa sobremanera que, a quien porta el brazalete del mejor Club de la Historia, le coman la oreja de esa manera desde los medios.
El chaval es solidario, es cierto y tiene de amigo a Hernández, al que llamó por teléfono, en mi opinión, en un episodio que directamente le debió costar la capitanía del Real Madrid porque con esa llamada no veló por nuestros intereses. Habrá quien piense que lo hizo pensando en la Selección Española, pero ese cuento no se lo aplicó el tal Hernández cuando arremetió contra los jugadores madridistas acusándolos de "no saber perder" en plena concentración nacional. Pero eso es otra historia y otra muesca más que marcar en el doble rasero con que tratan a unos y otros.

El párrafo de Juan Jiménez muestra claramente lo que realmente busca el "entorno" de Casillas: un capitán que priorice sus proyectos solidarios y su faceta humana por encima de sus desafíos profesionales. Blanco y en botella.
¿Puede haber un interés más nocivo, nefasto y negativo a los intereses de nuestro Club que un Capitán completamente inoculado en su espíritu combativo? ¿Puede haber algo peor que alguien que viste nuestra camiseta no tenga la prioridad de conseguir los tres puntos, ganar títulos y centrarse completamente en la defensa a ultranza de nuestro escudo?
No digo que Casillas salga al terreno de juego con este pensamiento. Pero su "entorno" lo quiere así. Desvinculado casi totalmente en la defensa de nuestra camiseta y sometido al "buenismo" y a la "corrección política" que tanto daño hace nuestro Club.

Un "entorno" que creció exponencialmente el día que comenzó una relación con un "intento" de periodista deportivo, Sara Carbonero. Una profesional que ha quedado en evidencia en más de una ocasión y que no juzgo por ser novia de quien es, ni por ser mujer, ni nada de eso. Es mala profesional y punto.
Pero su maldad no queda limitada a la pésima ejecución de su trabajo. También se ha visto ampliada al veneno que destila en sus pésimas columnas de MARCA, en las que lanza  dardos cargados de cianuro contra nuestro entrenador y que lo único que hacen es perjudicar a nuestro equipo.
Trata de ser "imparcial" cayendo en el antimadridismo, metiendo la pata en más de una ocasión como le ocurrió el día que, delante de un micrófono, en un conocido programa mañanero de marujeo, criticó a Cristiano Ronaldo en su primera temporada con nosotros.

Carbonero, para más INRI, cuenta con amistades en los círculos periodísticos que más intentan desestabilizar al Real Madrid. Nadie puede negarnos que estemos en el legítimo derecho de dudar sobre la procedencia de muchas de las filtraciones que del vestuario salen. Un vestuario que el propio Mourinho se encargó de blindar desde el primer día a fin de evitar que fuera la jaula de grillos a la que veníamos acostumbrados.

El "ENTORNO CASILLAS" nos hace mucho daño. No es un "entorno madridista". Es un grupo de presión que vive encantado con los éxitos de la Selección Española (como si a los demás no nos gustaran esos éxitos), pero que no dudan un instante para que esos éxitos se consigan a costa de tener un Real Madrid débil en su enfrentamiento con el F.C. Barcelona, carente de nervio y corazón, no vaya a ser que los convocados de "el pais pequeñito de la esquina" se mosqueen y se nos acabe el rollo.

No deberían ser vinculante unos triunfos a otros, pero dentro del periodismo español se ha establecido que el Barcelona puede hacer lo que realmente le venga en gana: insultar a España, criticar a los jugadores del Madrid, pegar balonazos a aficionados rivales, llamar "mono" a un jugador madridista, hacer apología del independentismo en un Clásico, alentar una pitada al Himno Nacional.... Mientras que para el Real Madrid se busca lo contrario: crítica constante a todo lo que ocurre, intentos continuos de desestabilización.... y pobre del que se le ocurra no poner la otra mejilla ante todo esto. Como ocurre con Mourinho.

Sin embargo, Casillas, se adapta perfectamente a esta situación. Tiene mejillas de sobra para seguir poniendo. Tantas, que han creado un "entorno" alrededor de él. Y eso, es malo para el Madrid.