03 abril 2010

JUANITO IN MEMORIAM. 18 años de su muerte.


Abril. 1992. Carretera de Extremadura. Un trágico accidente segaba la vida de Juan Gómez ‘Juanito’. Aquel Peugeot 405 no llegó a su destino. Juan regresaba a Mérida después de presenciar un Real Madrid-Torino. Hace quince años nos abandonaba el futbolista más temperamental y carismático de toda la historia del Real Madrid y del fútbol español. Juan era un talento salido del sórdido barrial, un chico con alma de torero que nació en Fuengirola, creció en el Burgos, pasó por el Atlético, se curtió en el Bernabéu, se cortó la coleta en Málaga y aterrizó en Mérida para acostarse futbolista y levantarse entrenador.
Juan Gómez, ‘El Cabezón’, jugó como vivió. En medio de un terremoto. Corriendo y gritando. Caminando furioso hacia una meta legendaria. Necesitaba que le necesitaran. Juan era un tipo especial. Artista de capea, amigo de sus amigos, ingenuo, soñador, fogoso, impetuoso, visceral y con un corazón que no le cabía en el pecho. Juanito hacía sentir estruendos que no parecían reales, lanzaba ráfagas de genialidad y fuerza, transmitía emociones que reventaban un estadio, apretaba los puños y desparramaba alemanes a su paso.
Juan era una profecía: ‘Hoy metemos cinco’. Y se metían. Juan era salir en pijama al pasillo y gritar por todo el hotel ‘a esos alemanes los vamos a machacar’. Juan era salir brincando del campo como una furia desatada que provocó el mayor rugido que recuerdan las paredes del Bernabéu. Saltaba como un chiquillo tras el 4-0 al Borussia, la noche en que Juanito hizo poesía y Valdano acuñó el ‘miedo escénico’. Juan era esa voz rara, quebrada, que junto a Camacho, invadía la paz de los hoteles donde se alojaba el Madrid. Juan era una patada en la cabeza de Lotthar Matthaus, era un perdón, el regalo de un estoque, una entrevista a corazón abierto. Juan era la peor pesadilla de Tardelli, porque ‘90 minuti en el Bernabéu son molto longos’. Juan era una rabona, una genialidad. Un maestro para ‘El Buitre’, un hermano para Santillana. Una historia de amor y odio con Uli Sitelike. Un salvaje botellazo en la cabeza cuando abandonaba el Pequeño Maracaná de Belgrado con el dedo pulgar hacia abajo, ciscándose en toda Yugoslavia. Juan, el Cabezón, era la bandera del Real Madrid. Una de las banderas de nuestros padres.


A todo aquel que vista la camiseta del Real Madrid C.F. sólo le queda honrarla como hizo JUANITO.

1 comentario:

  1. tan arios que sois no os da verguenza que uno de los jugadores que mas idolatrabais fuera un gitano andaluz

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