No. No me refiero a la época más cercana de "Los Galácticos", ni siquiera la que precedió a éstos y que acabó en la consecución de la Séptima y Octava respectivamente. Me refiero a la "época dorada" de la Quinta del Buitre.
Por supuesto que antes hubo "otros" Madrid, igual o más contundentes en resultados y juego, pero crecí ligado a ese Real Madrid C. de F. y, "por desgracia", no pude disfrutar de aquellas plantillas formada por Pirri, Velázquez, Amancio, Zoco, Gento o Di Stefano, entre otros.
Todo esto viene a colación porque las sensaciones que me despierta el actual Madrid, son parecidas a las que os comentaba al principio. Salvando las distancias, claro.
Las distancias principalmente radican en la escasez de españoles y canteranos en la plantilla. Como nacionalmadridistas es algo que nos duele en lo más profundo. De sobra sabemos que el éxito deportivo de un equipo de fútbol va de la mano del sentimiento que sus componentes tengan hacia el escudo y la camiseta y ésto, aumenta proporcionalmente según el número de jugadores nacionales o formados en la cantera con ficha en el primer equipo.
Las diferencias son bastantes, repito. Pero vamos a intentar analizar por un momento las semejanzas, que también las hay y en mayor medida que en todas las temporadas que han transcurrido desde entonces.
Estamos ante un RMCF directo, vertical, rápido, contundente y eficaz. Claro que algún borrón queda en el camino (Levante y Racing) pero si tiramos de hemeroteca vemos que conseguir una temporada "inmaculada" es misión casi imposible.
Un RMCF, el actual, al que empezamos a ver con un "estilo de juego" claramente definido que hace que me acuerde de ese caos en el que nos sumimos desde los noventa hasta casi la actualidad en que el fichar a golpe de talonario al "Ognienovic" de turno como si se tratase del Maradona de los Balcanes, acompañado de esa trituradora de entrenadores en que nos convertimos desde el año 2000, y sobre todo tras la llegada del tito Floren.
Muchos, exigíamos en su momento paciencia con los proyectos, continuidad y acierto en los fichajes. Algo que resultaba utópico por el continuo interés de la Prensa en influir en todas y cada una de las decisiones que tuviesen lugar en nuestro Club y que contaron con la inestimable colaboración de los diferentes presidentes desde la salida del Club de Don Ramón Mendoza.
Estamos ante un Madrid joven y ambicioso, lejos de divismos y de ese "espejismo" que creó El Gafas, formado por "Balones de Oro" treintañeros que, de la misma manera que lograron títulos, eso es incuestionable, sufrieron estrepitosas eliminaciones tanto Coperas como Europeas, por no hablar de esas Ligas que se escaparon a Valencia y que tanto debemos "agradecer" a la política económico-deportiva de Florentimo.
Es muy fácil recordar esas temporadas en las que los Zidane, Beckham y compañía deambulaban lejos del Bernabeu como almas en pena, creo que con los peores números fuera de casa en la historia del Club, a lo que el Tito Floren asistía impertérrito porque él "era féliz" hablando de universalidad, mercado asiático y de que Ronaldo (el gordito) era el mejor delantero del mundo, cuando todo el mundo sabía que no era verdad, que estaba en su ocaso, dejando escapar, entre otras muchas decisiones florentinianas, al cerdo de Etoo al Campo Nuevo. Pasando luego lo que pasó......
Parece que FP ha dado un paso atrás, al menos, en dejar hacer al que realmente lleva las riendas del equipo. Sólo le queda dar otro paso atrás y abandonar la presidencia.
Insisto. Son muchas las diferencias con aquellos años 80, pero son también muchas las semejanzas en el estilo que se adivina esta temporada. Es una pena haber esperado veinte años a "recuperar" aquel estilo. Creo que tengo claro quien es el culpable: Mourinho.
Con esta reflexión me gustaría dejar claro algo que parecía que solo pertenecía a unos pocos "elegidos": el Real Madrid Club de Fútbol siempre ha tenido UN MODELO de fútbol.
Un MODELO basado en la rapidez, la variedad de juego, la casta, la presión, el orgullo y la contundencia. Un MODELO con alternativas suficientes para lograr los objetivos. Un MODELO que no se enquista en una única forma de jugar. Un MODELO que tiene un objetivo claro y que, sin ser oportunista, creo que estamos afianzando cada día más.
Ese objetivo no es otro que: LA VICTORIA.