¿Imagináis a Iñaki Urdangarín, ovacionado a su llegada a los juzgados por una corte de "monárquicos", pese a los delitos que se le imputan? ¿Os paráis a pensar qué ocurriría si un dirigente socialista andaluz fuese recibido con vítores por sus votantes, antes de declarar en el caso de los "ERES"? ¿Qué opinaríais si Bárcenas, es jaleado desde el exterior de la cárcel, con cánticos de ánimo, por un grupo de votantes del Partido Popular?
Supongo que, en cualquiera de estos tres casos, el escándalo sería mayúsculo. Pues algo parecido, ha ocurrido esta mañana, en la llegada de Lionel Messi a las puertas del Juzgado de Gavá, para declarar por un presunto fraude a Hacienda.
Muchos de los allí presentes, los cuales han recibido al jugador culé al grito de "campeón" o "presidente", se escandalizarían hasta la nausea en cualquiera de los tres supuestos casos que anteriormente he citado.
El hecho de que Messi haya sido aplaudido cuando ha ido a prestar declaración por fraude a Hacienda, refleja dos cosas:
1º Un fanatismo futbolero mal entendido, que lleva a los seguidores a demostrar una veneración inquebrantable y una adoración por "falsos ídolos", convertidos en "becerros de oro", pese a los desmanes, tejemanejes e irregularidades que comentan los mismos.
2º La campaña de "beatificación" por parte de la Prensa, tanto del Fútbol Club Barcelona como institución, así como de cualquiera de sus miembros, ha dado sus frutos.
La sociedad, entre los que me incluyo, tendemos a ser hipócritas. Pero la "hipocresía a la española", se diferencia de la del resto, por venir derivada de la gran capacidad de influencia que los medios de comunicación tienen sobre nuestros conciudadanos. Me explico.
Si bien, el doble rasero siempre existió, llevamos años soportando un maniqueísmo por parte de la Prensa deportiva española que estableció la siguiente diatriba: El F.C. Barcelona es el "bien" y el "mal" viene representado siempre por el Real Madrid (sobre todo estos tres últimos años).
Este hecho me ha llevado a escuchar a "madridistas", justificar al propio jugador argentino cuando, en un Clásico liguero, lanzó el balón violentamente contra un seguidor merengue que se encontraba en las primeras filas del Bernabeu. "Fue un lance del juego", "Messi no es violento", "habrá sido un calentón".....
Toda esta cantinela sobre las "bondades" de Messi, otros compañeros suyos o de su propio Club, tiene su origen en la tremenda campaña que los medios de comunicación vienen realizando durante la última década.
El F.C. Barcelona, ganó hace tiempo la "batalla mediática". La Prensa, lleva años "vendiéndonos" al Club azulgrana como si se tratase de una organización encargada de erradicar el hambre y la pobreza del mundo.
Para ello, omiten cualquier polémica deportiva o extradeportiva (mucha de ella de carácter político) en la que los culés se vean implicados. Cuentan con una "Prensa afín" que cierra filas entorno a su Club y con lo que ellos conocen como "Central Lechera", que no es más que una amalgama sinsentido que polemiza entorno al Real Madrid y alaba las excelencias y virtudes culés como si tuviesen su sede en "La Diagonal".
La "hipocresía a la española" es eso. Una sociedad influenciada hasta el extremo por los medios. Los cuales, como una nueva iglesia del siglo XXI, te hablan del bien y del mal, dando lugar a episodios surrealistas como el ocurrido esta mañana en la puerta de los Juzgados de Gavá, donde el contribuyente defraudado, aplaudía al defraudador.
Una "hipocresía", la española, que ante un hecho similar, pero con diferentes protagonistas, actuaría de forma totalmente distinta, o ¿a alguien le queda alguna duda de lo que habría ocurrido si Cristiano, por ejemplo, hubiera sido imputado?
Que esperabas de un país de chorizos, la guillotina para Messi?
ResponderEliminarPredicas en el desierto.